miércoles, 17 de junio de 2015

Toca la puerta

Toca la puerta antes de entrar:
quizá mi alma esté fuera de mi cuerpo, y la vayas a espantar.

Toca la puerta antes de entrar:

tal vez mis pensamientos se estén organizando, y los vuelvas a desorientar.

Toca la puerta antes de entrar:
posiblemente esté soñando con mi próxima forma viviente, y vayas a despertarme.

Toca la puerta antes de entrar:
posiblemente sea un fuego intenso en ese instante, y vayas a convertirme en cenizas.

Toca la puerta antes de entrar:
puede ser que mi existencia al fin encuentre su lógica, y vayas a hacerme desaparecer.

Sin embargo, tocaste la puerta. Mi alma se espantó, mis pensamientos se desorientaron, me despertaste, me convertiste en cenizas y, finalmente, desaparecí.

Cuento sin principio pero con final

sentóse el escritor en la silla de siempre, tomó el café cargado de siempre... ...pero no supo qué escribir. FIN